Abordar un proyecto de rehabilitación energética integral supone un gran esfuerzo técnico, tecnológico económico y social. Son muchos los actores e intereses que se cruzan en un desarrollo de estas características, desde los administradores de fincas hasta los arquitectos, las empresas instaladoras, los fabricantes de tecnología y de productos, y por supuesto, el propietario del edificio.
Para desarrollar con éxito un proceso de rehabilitación o transformación de un edificio hacia un modelo más sostenible, identificamos seis aspectos fundamentales.
1. Coordinación
Uno de los aspectos fundamentales para garantizar un proceso y un itinerario eficaz y efectivo. Los diferentes factores y agentes que intervienen en el proceso de rehabilitación deben trabajar de manera coordinada para garantizar el cumplimiento de los objetivos que se hayan establecido previamente.
Dentro de este proceso, es necesario identificar correctamente el punto de partida del edificio y definir los objetivos que se están buscando con la iniciativa. A partir de aquí, es fundamental establecer una coordinación y metodología que permita ir desarrollando paulatinamente las diferentes fases del proyecto:
- La realización de las auditorías energéticas
- La búsqueda de financiación
- El desarrollo de acuerdos entre los diferentes propietarios
- La ejecución y supervisión de los ahorros y la mejora del confort
- Los planes de mantenimiento preventivo y correctivo que se deben poner en marcha después del proceso de rehabilitación.
2. Participación
Otra de las claves importantes es la participación activa de todos los agentes que intervienen en los procesos, y fundamentalmente de los propietarios, ya que son quienes van a asumir las inversiones de la rehabilitación y tienen como objetivo final la mejora de su calidad de vida.
Cuando hablamos de participación, nos estamos refiriendo a la importancia de tomar las decisiones en base a criterios objetivos y con toda la información de manera clara y concreta.
En muchos casos, los propietarios no tienen grandes conocimientos técnicos o tecnológicos. Por este motivo, se requiere un proceso específico de información y sensibilización consistente, que permita a los propietarios adquirir los conocimientos necesarios para tomar las mejores decisiones dentro de los proyectos de rehabilitación.
Las inversiones a realizar son relevantes por norma general, y requieren de un análisis sosegado y consensuado. Por ello, es importante fomentar la participación activa de todas las partes creando comisiones de trabajo específicas que tengan capacidad para evaluar, proponer y decidir diferentes actuaciones orientadas al beneficio del proyecto.
Actualmente estamos viviendo además un cambio en el modelo de consumidor energético, y en este sentido, es fundamental apostar por fórmulas donde el empoderamiento gane posiciones. A partir de ahora, en lugar de consumidores vamos a hablar de ‘pro-sumidores’. Las comunidades de propietarios se van a convertir en pequeñas estaciones de producción y consumo energético, intentando reducir las emisiones de CO2 y su impacto medioambiental.
3. Estrategia
Otro de los elementos clave dentro del proceso de la rehabilitación es contar con una estrategia integral y transversal que aborde todos los problemas del edificio y busque soluciones en la medida de las posibilidades los problemas del mismo.
Para el desarrollo de estas estrategias es habitual realizar una auditoría energética que permita identificar los equipamientos, las instalaciones y el impacto que produce en los propietarios evaluar y diagnosticar su situación. A continuación se proponen las mejoras técnicas, tecnológicas y de funcionamiento que permitan conseguir los objetivos de ahorro, eficiencia y sostenibilidad de la manera más económica posible, y garantizando siempre una efectividad a medio y largo plazo.
Para hacer estas auditorías se han desarrollado herramientas específicas y existe una normativa que detalla los pasos a seguir, concretamente la UNE 16247-2.
Es importante que la estrategia esté consensuada y analizada al detalle para evitar posibles conflictos dentro de la comunidad de propietarios, ya sean dentro del ámbito energético, el económico o el social.
4. Fondos económicos
Uno de los temas más importantes para poder llevar a cabo este tipo de procesos es contar una financiación adecuada. Hay que darse cuenta de que en muchos casos los propietarios no pueden hacer frente a las grandes inversiones que supone acometer un proceso de rehabilitación energética.
Actualmente existen líneas de ayudas y subvenciones que están impulsando este mercado. Incluso, es posible que los próximos años se desarrolle un nuevo modelo económico vinculado a la rehabilitación.
Es importante que las comunidades de propietarios que apuesten por realizar un proceso de rehabilitación se apoyen en profesionales especializados en la búsqueda de financiación, ya que existen fondos europeos que pueden aportar más del 50% de los recursos necesarios para este tipo de procesos.
De manera paralela, ya han salido empresas al sector que están ofreciendo soluciones integrales para acometer las obras en base a los ahorros energéticos que se puedan conseguir, garantizando que por una cuota constante durante un periodo de tiempo se pueda realizar una transformación integral del edificio y sus equipamientos.
5. Empresas
La garantía de conseguir el máximo confort con el menor coste pasa por que las empresas que realizan los procesos de rehabilitación sean solventes y apuesten por la máxima calidad, tanto a nivel de mano de obra como a nivel de productos y soluciones.
No es aconsejable hacer contrataciones exclusivamente fundamentadas en el precio, ya que existe o se corre el grave riesgo de contratar empresas que buscan exclusivamente su propio beneficio y actúan de manera fraudulenta en el mercado.
Los procesos vinculados a la rehabilitación, ya sea con la implantación de medidas activas o pasivas, requiere una gran especialización técnica y tecnológica, y no todas las empresas están preparadas para poder acometer proyectos de una mediana o gran envergadura.
Es importante verificar la experiencia y el equipo profesional con el que cuentan las empresas, ya que un proceso de rehabilitación requiere de conocimientos, solvencia técnica y, además, haber desarrollado con anterioridad procesos de similares características.
6. Gestión energética
Una vez tomada la decisión de rehabilitar un edificio, el modelo de operación debe cambiar radicalmente. Pasamos de tener un edificio pasivo a convertirnos en un edificio con vida propia, en el que se han incorporado sistemas de producción energética, sistemas tecnológicos, sistemas que mejoran la accesibilidad, la seguridad, etc.
La gestión energética es una de las patas fundamentales en el nuevo modelo de habitabilidad. A partir de ahora es fundamental vigilar los niveles de confort de consumo siendo necesario incorporar para ello herramientas tecnológicas que permitan tener información a tiempo real de lo que está pasando, así como impulsar el empoderamiento de los propietarios frente a la energía.
El gestor energético se convierte en una pieza clave para garantizar que los propietarios puedan disfrutar de su vivienda garantizando el máximo nivel de confort y habitabilidad.